Cuando la musa te abandone
Cuando la musa te abandone y no encuentres más la salvación entre tus letras, debes saber que posiblemente te detengas un momento a pensar si escribir es realmente lo tuyo, y cuando lo hagas duda de ello, cuestiónate y después trata de sentir toda la confusión por tus venas, cuando lo hagas ya tendrás algo de qué escribir, entonces tus pensamientos volverán a su estado natural después de pasar por el ciclo desesperado.
Voy a decirte que no todo es fácil, con el fin de alentarte a disfrutar de tu propio proceso, porque escribir no lo hace cualquiera, escribir no lo hace cualquier persona que esté dispuesto a sufrir más de lo que cree soportar, que vas a llegar a un punto en el que de tanto dolor, todas tus emociones se colapsen y en el fondo de ti no quede absolutamente nada que pueda sentir cualquier cosa que te haga sentir vivo. Y será difícil, pero te prometo que re-encarnarás de las profundidades de tu propia oscuridad una y otra vez porque eso será lo que te mantendrá con el puño sangrando todo el tiempo hasta exprimir la última palabra del momento, porque seamos sinceros, el escritor siempre muere con algo que jamás pudo decir.
Pero también debo decirte, que vas a experimentar eternamente e intensamente el placer de hacer sonreír. Ese será tu don, o el de las lágrimas, todo depende de cómo escribas, no te quedes con nada, escribele a las personas, declara tu amor o tu confusión, pero declarate como mejor sabes hacerlo, posiblemente esa persona no se quede contigo, posiblemente si, pero el hecho de ver sus ojos y ver como sonríe a causa de algo que salió de lo más profundo de ti, posiblemente sea de las mejores cosas que puedan ocurrirte en el viaje de las letras.
Deberás leer mucho porque el permanecer eternamente existente en la tierra, dependerá de tu estilo peculiar de tu forma de escribir. Y tu vida dependerá de todo lo que experimentes a través de cada libro que devores.
Y cuando tengas tus textos más sinceros, más intensos, más vividos, pronto tendrás que desprenderte de ellos, destruirlos para crear nuevas y mejoradas versiones, historias, sentimientos cruzados y deseos ilícitos, porque cuando escribes, y es la mejor parte, no hay delito alguna que puedas causarte problemas con la ley, salvo con las personas, puedes matarlas con un solo verso o hacerlas sentir jubilosas.
Tendrás tantas posibilidades de crear tu propio mundo, de volver a lugares y mejorarlos o destrozarlos, tendrás el poder de construir un universo paralelo a éste, increíblemente posible, podrás dar vida en cada personaje que engendres de tu costilla. Pero nada de eso pasará si no empiezas a escribir cualquier cosa.